La Bundesplatz (Plaza de la Federación), en la antigua ciudad de Berna, capital de Suiza, fue rediseñada y reformada en su paisaje en 2002-2003, con un coste total de ocho millones de Francos Suizos (aproximadamente unos 5'2 millones de Euros). El nuevo diseño le proporciona una apariencia más atractiva gracias a tres elementos básicos: piedra, agua y luz.
La parte antigua de Berna es considerada como una de las ciudades medievales europeas mejor conservadas. Desde 1983, en su conjunto, es uno de los lugares declarados patrimonio cultural por la UNESCO. Fue fundada en el siglo XII en una colina rodeada por el río Aare, la ciudad se ha desarrollado durante siglos de acuerdo a un excepcionalmente coherente concepto de planificación. Los edificios, que datan de períodos diferentes, incluyen arcadas del siglo XV y fuentes del XVI, la mayoría de ellas hechas y construidas con arenisca de Berna, una piedra natural bastante blanda de color grisáceo/verdoso. La mayor parte de la parte antigua de Berna fue restaurada en el siglo XVIII pero conserva su carácter original.
La Plaza de la Federación, diseñada y construida a principios del siglo XX, es la plaza más grande e importante de la ciudad antigua de Berna. Al sur está flanqueada por los edificios del gobierno y del parlamento de la Confederación Suiza, al este por los imponentes oficinas centrales del Banco Nacional Suizo, y al oeste por las oficinas centrales del Banco Cantonal de Berna. Por último, el lado norte de la plaza limita directamente con otras dos plazas vecinas de la ciudad (Baerenplatz y Waisenhausplatz).
Desde hace más de un siglo, la Plaza Federal es un lugar de reunión para mítines políticos, conciertos y, en la actualidad, también eventos deportivos. Además, es aquí donde el gobierno suizo recibe a las visitas de estado. Dos veces por semana se convierte también en el lugar de acogida del mercado más colorista de la ciudad de frutas, verduras y flores. En resumen: la Plaza Federal es el centro del sentido nacional suizo de identidad y el corazón latente de la capital del país.
Sobria arquitectura
En la segunda mitad del siglo XX, la plaza perdió su encanto principalmente por el creciente aumento del tráfico rodado con motor. Durante mucho tiempo, la plaza sirvió simplemente como zona de aparcamiento... Para terminar con su deficiente estado como "desierto de asfalto", se organizó en los noventa un concurso nacional entre diseñadores y arquitectos de paisajismo. El concurso lo ganó, de entre más de 200 propuestas, un grupo formado por los diseñadores Christian Stauffenegger y Ruedi Stutz (oficina: Stauffenegger + Stutz en Basle, Suiza) y el arquitecto Stephan Mundwiler (Santa Mónica, EE.UU.). Tras muchos años de debate público y planificación, su proyecto se realizó finalmente en 2003-2004.
Como mencionamos antes, la Plaza Federal es uno de los lugares de Suiza más simbólicos. La forma precisa de la nueva arquitectura de la plaza trata de reflejarlo. La plaza tiene un rectángulo de 60 por 36 metros pavimentado con piedra natural, que fue diseñado en paralelo a la geometría exacta del edificio del Parlamento. El pavimento de la plaza lo cruza una franja iluminada ligeramente curvada, que guía el camino del viandante desde la vecina Baerenplatz hacia el edificio del Parlamento.
La plaza está pavimentada con unas 3.600 baldosas dispuestas de forma simétrica de 100 x 60 x 6 cm de piedra natural, que son el elemento más decorativo. Fue elección del arquitecto usar gneis, con su característico veteado, del valle de Valser en el Cantón de Los Grisons. Esta piedra, con su color gris-verdoso que se complementa con la arenisca de lo edificios de alrededor, ayuda a dotar a la plaza de su identidad única. La piedra fue extraída, cortada a medida y con acabado simplemente serrado, por la compañía productora de piedra Truffer AG del pueblo de las montañas suizas del mismo nombre (www.truffer.ch); la asesoría de la piedra natural fue llevada a cabo por el Dr. Peter Eckardt de Mineral Consulting AG, Volketswil-Zurich (www.eckardt.ch).
Aguas que bailan
Una única fuente con 26 chorros de agua proporciona a la plaza un sentido tridimensional del espacio. Los 26 chorros, con una fuerza de disparo del agua de más de cuatro metros de altura, se añaden a la atmósfera de la plaza, tanto de día como de noche. El agua fluye a lo largo de canales recortados en la superficie de la plaza y dentro de un tanque subterráneo, donde se limpia y se vuelve a poner en circulación. Cada uno de los chorros de la fuente puede ser controlado individualmente, lo que hace posible crear toda una gama de rutinas de "aguas que bailan". Las lámparas colocadas en la superficie del pavimento también hacen posible alumbrar cada chorro de agua.
El proyecto para restaurar el paisaje de la plaza fue llevado a cabo en dos fases principales, que necesitaron un año entero para completarse.
Fase 1 (agosto 2003-febrero 2004):
- Sondeos arqueológicos y excavaciones.
Excavaciones principales y trabajos de revestimientos de hormigón, más la instalación de las cañerías para la fuente.
- Sustitución de la red de suministro de electricidad, agua y gas existente.
Fase 2 (desde enero hasta final de julio de 2004):
- Colocación de las baldosas de pavimento de piedra natural.
- Finalización de la fuente.
- Renovación de los bordes del pavimento.