José Ángel Lorenzo,
Secretario General, Clúster del Granito (España)
Coordinador, Fundación Centro Tecnológico de Granito (España)
La industria de la construcción ha entrado en una era donde la sostenibilidad y la seguridad son pilares esenciales. En este contexto, el granito destaca como un material natural, duradero y sostenible, capaz de satisfacer las demandas de un mercado cada vez más consciente del impacto ambiental y de la eficiencia energética.
Este artículo explora el papel clave del granito en la bioconstrucción y su idoneidad para cumplir con estándares rigurosos de construcción sostenible, como Passivhaus, además de sus ventajas en términos de seguridad.
El granito y la sostenibilidad en la construcción
El granito, formado por la solidificación del magma, ha sido ampliamente utilizado en arquitectura y construcción a lo largo del tiempo. Su relevancia actual radica en su comportamiento sostenible y ecológico. A diferencia de materiales como el hormigón o la cerámica, el granito presenta una huella de carbono significativamente más baja. De acuerdo con las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) del sector, su huella de carbono es al menos cuatro veces menor que la de otros materiales convencionales.
Además, el granito es totalmente reciclable, lo que lo convierte en un recurso ideal para la economía circular. Al finalizar su ciclo de vida útil, el material puede ser reutilizado o reciclado sin perder sus propiedades físicas y mecánicas, un beneficio clave para la construcción sostenible, que busca reducir tanto el impacto ambiental como el consumo de nuevos recursos.
Innovación y mejoras en la producción
En los últimos años, el sector del granito ha incorporado tecnologías más limpias y eficientes, reduciendo su huella de carbono hasta un 81%. Innovaciones como el corte con máquinas de hilo diamantado y el uso de energías renovables en el proceso productivo han sido esenciales para lograr estos avances en sostenibilidad.
Asimismo, muchas empresas del sector han mejorado sus certificaciones ambientales, permitiéndoles competir en mercados donde la sostenibilidad es un requisito.
La adopción de ecoetiquetas y la adhesión a normativas internacionales, como las promovidas por el Green Building Council, refuerzan la posición del granito como un material renovable y no tóxico, ideal para proyectos de construcción verde.
El granito en la bioconstrucción y el estándar Passivhaus
La bioconstrucción, que prioriza el uso de materiales naturales y la minimización del impacto ambiental, encuentra en el granito un recurso ideal. Este material no solo es sostenible, sino que también posee excelentes propiedades físicas que favorecen la eficiencia energética. Como regulador térmico, el granito ayuda a mantener temperaturas interiores estables, reduciendo la necesidad de calefacción y refrigeración, un atributo especialmente útil para cumplir con el estándar Passivhaus, que se centra en la reducción de la demanda energética y el aislamiento térmico. El uso de granito en fachadas y suelos puede mejorar significativamente el rendimiento energético de los edificios, ayudándoles a cumplir con los estrictos requisitos de este estándar.
Además, el granito se adapta estéticamente a diversos entornos, tanto urbanos comorurales, y su versatilidad cromática lo convierte en una opción atractiva para proyectos de bioconstrucción que valoran la sostenibilidad sin sacrificar la estética.
Seguridad: un material resistente e ignífugo
Una característica clave del granito es su excelente comportamiento frente al fuego. Clasificado en la categoría A1 según las Euroclases, el granito es incombustible e ignífugo, lo que significa que no contribuye a la propagación de incendios ni emite humos tóxicos. Esto es particularmente relevante en un momento donde la seguridad contra incendios es prioritaria en la construcción de edificios públicos y residencias privadas.
Según datos de la Asociación de Fabricantes de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA), en España ocurren alrededor de 20.000 incendios anuales en viviendas, y el uso de materiales ignífugos como el granito puede reducir estos riesgos. Su clasificación A1 lo posiciona como una de las opciones más seguras para fachadas y pavimentos en proyectos donde la seguridad contra incendios es esencial.
Granito y eficiencia energética
Además de su resistencia al fuego, el granito cuenta con otras propiedades que favorecen la eficiencia energética de los edificios. Su alta densidad lo convierte en un excelente aislante térmico, contribuyendo a mantener temperaturas interiores estables y reduciendo así la necesidad de calefacción y refrigeración.
Esta eficiencia energética es fundamental en proyectos que buscan cumplir con normas como el estándar Passivhaus, que exige un consumo mínimo de energía. Gracias a sus propiedades naturales, el granito puede desempeñar un papel crucial en la reducción de la demanda energética de los edificios.
Coste-beneficio: una inversión inteligente
El granito también ofrece una excelente relación coste-beneficio. Aunque la inversión inicial puede ser más alta que la de materiales como el hormigón o la cerámica, su bajo coste de mantenimiento y larga vida útil lo convierten en una opción económicamente ventajosa a largo plazo.
Su resistencia a las inclemencias del tiempo, productos químicos y abrasión asegura que las estructuras de granito perduren durante décadas sin grandes reparaciones, maximizando así el rendimiento a lo largo del ciclo de vida de la construcción.
Conclusión: un material para el futuro de la construcción
El granito cumple con los requisitos de sostenibilidad, seguridad y eficiencia energética que demanda la construcción moderna, además de ofrecer una solución duradera y estéticamente versátil. En un mundo cada vez más comprometido con la construcción ecológica y segura, el granito se posiciona como un material esencial para edificar un futuro más verde y seguro.
Su capacidad para cumplir con estándares como el Passivhaus y su adecuación a la bioconstrucción lo convierten en una opción indispensable para arquitectos, ingenieros y constructores interesados en reducir el impacto ambiental y crear edificaciones seguras, eficientes y de larga duración.
En definitiva, el granito es un recurso histórico que, gracias a sus cualidades, se proyecta como un material clave para la construcción del futuro.