En la mayor parte del mundo, la extracción de piedra se realiza habitualmente en zonas con climas moderados o donde el clima puede volverse caliente, extremadamente caliente en verano. La palabra “cantera”, para la mayor parte de la industria de la piedra, es sinónimo de calor, polvo y sudor, problemas de deshidratación de los trabajadores, falta de agua, etc. Pero, en este planeta, la piedra se extrae también a temperaturas extremas, en zonas donde el término “extremo” no significa muy caliente, sino muy frío. ¿Cómo se puede trabajar en canteras con temperaturas bajo cero, que algunas veces alcanzan los -20º? Esta es la realidad de las canteras en países como Finlandia, Noruega o Rusia durante el largo y duro invierno que se vive en esta parte del mundo.
Cuando quien escribe esto, que está acostumbrado a vivir en la soleada España, hizo esta pregunta al Director Técnico de la empresa finlandesa Palin Granit, Erkka Lehto, se sorprendió al escuchar que a quien ocasiona problemas el frío extremo no es a las personas, sino a las máquinas. Esta no es una respuesta presuntuosa que dé a entender que los escandinavos aguantan más que nadie, es una respuesta seria. A bajas temperaturas (y no nos referimos a menos de 20º, como podría pensar cualquiera de Minas Gerais o de Tamil Nadu, sino que estamos hablando de ¡-20º!) surgen los problemas. El metal se vuelve frágil si se llega a los 21 grados bajo cero, y resulta difícil que arranquen las máquinas. Si la temperatura por la mañana es de sólo -18º (un día agradable, por fin), los motores de las máquinas en las canteras pueden arrancar, por lo tanto no habrá problemas aunque a lo largo del día la temperatura caiga hasta los 21 grados bajo cero.
A bajas temperaturas, los motores necesitan unos tipos especiales de aceite que no solidifican. Los aceites hidráulicos también deben calentarse porque las mangueras son muy largas y los martillos neumáticos no pueden recibir energía y lubricación si hace mucho frío.
Los suelos de las canteras son muy resbaladizos a bajas temperaturas, así que los zapatos de los trabajadores tienen clavos. Obviamente, tienen que llevar ropa especial con aislante térmico, especialmente cuando la temperatura es inferior a 5º bajo cero y hay viento.
La luz en las canteras también debe llegar a todos los ángulos para que no haya sombras que puedan provocar accidentes laborales. Los cargadores y los volquetes tienen cadenas especiales en las ruedas. (¿Le gustaría salir y echar un vistazo? ¡No, gracias!).
A veces el agua fluye dentro de la cantera y luego se congela formando dos o tres metros de hielo. La extracción en esta parte baja no se hace hasta que el clima se vuelve más cálido. Este problema es bastante frecuente. Seguro que hay una temperatura bajo la cual incluso los “superhumanos” finlandeses digan: hoy no se puede trabajar en la cantera, vámonos a casa. Pues bien, esta temperatura límite es 25º bajo cero, como confiesa con desagrado el Señor Palin (que parece estar pensando: “Ojalá se pudiera trabajar en la cantera hasta los 30 grados bajo cero”). Durante los últimos años, sin embargo, no se ha perdido ni un día de trabajo por el frío extremo, algunos años se pierden dos o tres días. El año 1.987 se vivió un invierno extremadamente frío, y se perdieron 16 días de trabajo.
Entonces ¿cuál es la temperatura ideal? 10 grados bajo cero (casi un día de playa para los finlandeses) No se considera frío. A 30 grados de temperatura (obviamente durante el raro verano escandinavo) surgen los problemas, la gente está demasiado exhausta, pero esto, gracias a Dios (¡) ocurre raras veces. (Los de la zona mediterránea que dejen de reírse).
Así que, incluso con temperaturas que para la mayoría de las personas resultan inhumanas, en las canteras escandinavas se trabaja durante casi todo el año, y la producción se mantiene estable. ¡Un café caliente, por favor!
