Al final de una importante feria internacional, la gente suele hacer una rápida reflexión y preguntarse a sí misma (y a otros): “¿Cómo ha ido la feria? ¿Cómo va la industria? ¿Qué ha habido de nuevo?” Para el expositor, que generalmente se ha gastado un montón de dinero, la pregunta más importante es: “¿Cuántos pedidos he conseguido? ¿Cuántas consultas he recibido? ¿Cuántos posibles nuevos clientes he identificado?”. Y las respuestas, obviamente, varían de una empresa a otra.
Sea cual sea el juicio individual de cada uno, ha habido algunos aspectos destacables en esta edición de Marmomac de 2017, celebrada del 27 al 30 de septiembre.
Primero: ha habido más visitantes que en los últimos diez años, una clara señal de que la crisis ha terminado en la mayoría de los países, especialmente en Europa.
Segundo: por fin se ha reconocido que es en la feria de cerámica CERSAI, celebrada en Bolonia más o menos en las mismas fechas que Marmomac donde se determinan las perspectivas de la industria de la piedra natural, no tanto en la situación macroeconómica mundial. La industria de la cerámica, que hasta ahora avanzaba en paralelo con la industria de la piedra natural, debido a las innovaciones tecnológicas ha cruzado la línea y ahora está compitiendo directamente con la piedra natural, amenazando su cuota de mercado en todo tipo de aplicaciones, hasta ahora restringidas a la piedra natural.
Tercero; la industria del granito es por ahora la más afectada por la nueva amenaza de la piedra artificial, las imitaciones, mientras que el mármol se mantiene relativamente bien.
Cuarto: por fin parece que la mayoría de las empresas ha hecho un serio esfuerzo a la hora de experimentar con nuevos acabados, y el lajado y los rústicos fueron los más vistos en todo tipo de piedras en varios stands.
Quinto: el color blanco sigue siendo el rey en cuanto a las preferencias del mercado.
La industria de la piedra natural, por lo tanto, se enfrenta retos sin precedentes. Ya no es el declive económico general o los precios extremadamente bajos de las empresas chinas (esta fase ya ha pasado) la causa de los resultados decepcionantes. Estamos ante un juego completamente nuevo. Es un nuevo tipo de tormenta. Y aún no está claro cómo va a responder la industria de la piedra natural y cuáles serán sus perspectivas en este nuevo ambiente de negocios.