Eva Portas Fernández, Área consultoría técnica del Centro Tecnológico del Granito www.fctgranito.es
La construcción de pavimentos, sobre todo los exteriores, es quizá la aplicación constructiva más comprometida para la piedra natural debido a la magnitud de las acciones mecánicas, a la saturación de agua, al depósito de partículas contaminantes sobre la superficie del pavimento y al vertido de todo tipo de productos, entre otros factores.
Para proyectar un pavimento, además de tener en cuenta todo lo anterior, debemos definir su sección constructiva, es decir, los elementos que será necesario disponer para su construcción. Entre esos elementos, es esencial definir el tipo de juntas, sus dimensiones y su disposición en el área pavimentada.
Las juntas son unidades constructivas que fraccionan el pavimento para absorber los movimientos originados por las diferentes tensiones que soporta.
En el proyecto de un pavimento exterior con piedra natural se deben considerar las siguientes tipologías de juntas: juntas de fraccionamiento, juntas de encuentro o contorno y juntas de unión.
Tamaño y disposición de las juntas:
La disposición de las juntas de fraccionamiento en el pavimento depende del coeficiente de dilatación de la piedra, de su sensibilidad al agua (expansión por humedad), y de la deformabilidad del apoyo. La profundidad de la junta debe alcanzar, al menos, la misma que todo el espesor de la baldosa más el material de adherencia, y su anchura será como mínimo de 10 mm.
De manera general, la superficie máxima a revestir entre juntas de fraccionamiento es de 50 m² o de una dimensión máxima de 8 metros lineales.
Las juntas de encuentro son las juntas con elementos duros como tabiques, muros, pilares, etc. Estas juntas, en pavimentos interiores, no suelen ser visibles porque están cubiertas por un rodapié. Han de poseer un espesor de 10 mm y su profundidad debe ser, al menos, igual al espesor de la baldosa, añadiendo, como mínimo, el espesor del material de agarre.
Las juntas de unión están constituidas por el espacio libre entre las baldosas contiguas, en las que el material de rejuntado afecta únicamente al canto de la baldosa. Su anchura no debe ser menor de 3 mm en pavimentos exteriores y de 1 mm en los interiores.
Su colocación se debe realizar con la ayuda de separadores, a fin de mantener, en lo posible, el ancho de junta previsto.
Los materiales para juntas:
Con carácter general, los materiales para todo tipo de juntas deben presentar propiedades como la deformabilidad y adaptabilidad adecuada a los movimientos, resistencia adecuada según el uso previsto, buena adherencia a los bordes de las baldosas, resistencia a los agentes atmosféricos y de limpieza, impermeabilidad -cuando se requiera- y durabilidad.
Los materiales para juntas pueden ser de diferentes tipos:
1. Masillas elásticas de aplicación in situ: son adecuadas para el sellado de las juntas de fraccionamiento y juntas de contorno de los pavimentos rígidos modulares, tanto en uso interior como exterior. No son recomendables para tráficos de vehículos provistos de elementos de rodadura rígidos o semirrígidos.
Sus espesores están comprendidos habitualmente entre los 8 mm y los 30 mm, según las especificaciones del fabricante.
Tienen la función de sellar la junta en su parte externa, no a su fondo, y deben disponer del FAM (Factor de Acomodación al Movimiento) adecuado al ancho de la junta y a los movimientos en ella previstos. Se recomienda la selección de masillas cuyo FAM sea como mínimo del 20 %.
Los tipos de masillas más habituales utilizadas en pavimentación son:
- De naturaleza silicónica, preferentemente neutra, para evitar coloraciones y manchas en los bordes y con un FAM del 25 % para uso recomendado en pavimentos de tránsito peatonal moderado.
- De poliuretano, de uno o dos componentes, con FAM del 20 % al 25 %. Se recomienda su uso en pavimentos interiores o exteriores de tránsito moderado.
- De polisulfuro, de uno o dos componentes, con FAM como mínimo del 20 %, usadas en pavimentos exteriores de tránsito elevado o sometidos a agresiones químicas.
Para la correcta puesta en obra y funcionamiento de las juntas selladas con este tipo de masillas, es necesario disponer otro tipo de materiales deformables situados en el relleno interior de la junta de movimiento. Las funciones y requisitos de los materiales de relleno interior son:
Junta de masilla elástica
- Mantener limpia la junta de materiales rígidos en toda su profundidad y evitar huecos entre el sellado y el fondo de la junta que podrían comprometer la adherencia de dicho sellado a los flancos de las baldosas. Para ello, se suele recurrir a materiales resistentes a la humedad y de alta deformabilidad como planchas de poliestireno expandido embutidas en la junta.
- Servir de base a la masilla, para mantener una profundidad uniforme que especifique el fabricante de ésta. Los más apropiados son los cordones de espuma extruída de polietileno, de células cerradas, comercializados con diferentes diámetros (desde Ø 6 mm hasta Ø 30 mm).
2. Perfiles prefabricados deformables o deslizantes: son apropiados como relleno de las juntas de fraccionamiento y juntas de contorno de los pavimentos rígidos modulares, tanto en uso interior como exterior, con diferentes categorías de tráfico.
Los tipos de perfiles más habituales son:
- Los constituidos por un único perfil de aluminio, latón, acero inoxidable o incluso de PVC, relleno de un material deformable (caucho EPDM, neopreno o similar). Es necesario tener en cuenta que presentan una escasa capacidad de acomodación a los movimientos de la junta, sobre todo de tracción.
Perfil de PVC - Perfil rígido de latón
- Los constituidos por dos perfiles independientes de aluminio, latón o acero inoxidable, que quedan anclados en cada lado de la junta y, al igual que los anteriores, también contienen materiales deformables insertados. Tienen una buena capacidad de acomodación a los movimientos (sobre un 20 %), y los hay que permiten incluso el recambio del material de relleno.
Dos perfiles independientes y relleno deformable
- Los constituidos por dos perfiles independientes de aluminio, latón o acero inoxidable, que quedan anclados en cada lado de la junta, y que funcionan por deslizamiento. Suelen disponer de una elevada capacidad de acomodación a los movimientos (sobre un 20 y un 30 %), y son adecuados para las más exigentes solicitaciones y concentraciones de cargas.
3. Materiales para juntas de colocación o de unión entre baldosas: entre los que hay que señalar la arena y los materiales para rejuntado cementosos.
- Arena: es un material adecuado para el relleno de juntas de colocación entre las baldosas cuando van apoyadas directamente sobre una cama de arena, con ciertas limitaciones de uso, como jardines o espacios de recreo con tráfico peatonal o vehículos ligeros de hasta 200 daN de peso.
Si se trata de un pavimento de adoquines, la arena no es adecuada para el rejuntado cuando son zonas de lluvias intensas o hay vertidos abundantes de agua, zonas expuestas a fuertes vientos o cuando la anchura de la junta es superior a 5 mm.
La arena para este uso, preferentemente de naturaleza silícea, debe estar exenta de materia orgánica, minerales metálicos y micas.
- Materiales para rejuntado cementosos: deben ser específicos para cada situación de uso, peatonal o de tráfico rodado, para diferentes valores de absorción de los flancos de las baldosas, para diferentes tamaños y comportamientos higrotérmicos de las mismas, diferentes estabilidades de los soportes, etc.
Es fundamental tener en cuenta que los requisitos de estos materiales están recogidos en la norma UNE-EN 13888.
Como resumen de este artículo, es importante señalar que, particularmente en cada caso, se debe seleccionar el tipo de material adecuado para las juntas según su capacidad de acomodación a los movimientos previstos, el tipo de tráfico, el método de colocación del pavimento, el espesor de las baldosas, etc., y siempre según las recomendaciones de utilización y puesta en obra indicadas por el fabricante de estos materiales.
Sections