El Parlamento húngaro, situado en la capital Budapest, a orillas del Danubio, se construyó para conmemorar las celebraciones del milenio, y se tomó como modelo Westminster de Londres. Ahora, coincidiendo con su centenario en el año 2002, el edificio está siendo restaurado. La compañía húngara Reneszánsz RT. (la compañía de piedra más grande del país, con 300 empleados) ha sido la encargada del proyecto de restauración.
El arquitecto encargado del proyecto original fue Imre Steindl. Las obras comenzaron el 12 de Octubre de 1885, los trabajos duraron 17 años y se empleó un promedio de 1000 obreros trabajando constantemente.
El impresionante resultado es una mezcla de estilo ecléctico, neogótico, renacentista y barroco y es uno de los mayores edificios del mundo que funciona como parlamento.
Mide 628 m de largo y tiene una superficie de 17.700 m². La fachada de 250 m de largo está formada por arcadas decoradas con motivos góticos y renacentistas y está coronada por una cúpula central (el domo) de 96 m y por innumerables torres góticas.
La construcción de este grandioso edificio fue la mayor inversión económica de su época. Además, como los constructores utilizaron las técnicas y la artesanía húngara siempre que les fue posible, florecieron industrias enteras durante los años que duraron los trabajos. El coste total supuso 38 millones de coronas (20 millones por encima de los cálculos iniciales). Se movieron más de 176.000 m³ de tierra, se construyeron más de 40 millones de ladrillos y se utilizaron más de medio millón de piedras ornamentales para la decoración de las paredes (30.000 m³).
El colosal Parlamento alberga casi 700 salas. Los salones están agrupados en la planta baja y en el primer piso. En la sala de la escalera principal encontramos ocho de las columnas que soportan el peso del techo, construidas con granito bermejo (fueron cortadas del mismo bloque de granito), tienen seis metros de alto y cada una pesa cuatro toneladas. Las paredes se construyeron predominantemente de ladrillo y, como ya hemos señalado, se usó mucha piedra para la decoración de las mismas, piedra tallada que se colocó como revestimiento para las paredes exteriores de ladrillo.
En el año 1896 se celebró en el Parlamento una sesión ceremonial ya con el exterior completamente terminado. Sin embargo el interior no se terminó de construir hasta el año 1904, no obstante, se usa como Casa del Parlamento desde 1902, con lo que el año pasado se conmemoró el centenario del mismo.
En el interior podemos encontrar 90 estatuas que representan la historia del país. Los espacios interiores se construyeron con los mejores materiales y con esmerados cuidados artísticos, tratando siempre se usar materiales húngaros así como las mejores fábricas del país. El resultado: una colosal obra de arte que ya lleva más de 100 años contemplando su belleza reflejada en las serenas aguas del Danubio.