Anil Taneja,
Director LITOSonline.com
Tras más de tres meses de guerra arancelaria, la agitación en el comercio internacional y el empeoramiento de la incertidumbre general, podemos extraer algunas conclusiones:
1. Estados Unidos seguirá imponiendo algún tipo de aranceles a sus importaciones, aunque posiblemente a niveles inferiores a los anunciados actualmente. Se espera que Estados Unidos recaude 300.000 millones de dólares este año en concepto de derechos de aduana, una cantidad enorme y vital, dado su elevado déficit. Además, ya se ha aprobado una ley en Estados Unidos que reduce los impuestos y aumenta el gasto, por lo que los derechos de aduana pueden convertirse en una nueva e importante fuente de ingresos.
2. Es probable que los aranceles continúen incluso en la próxima administración. Los ingresos serán demasiado elevados como para eliminarlos, y los empresarios y los consumidores acabarán adaptándose a ellos.
3. Incluso si se reestablece cierta estabilidad en unos días, semanas o meses con respecto a los aranceles, ya se ha causado un daño enorme a la industria de la piedra natural. Las nuevas inversiones se han desplomado. La prolongada incertidumbre ha llevado a los importadores estadounidenses a mostrarse cautelosos en sus compras. Los derechos de aduana que deben pagar los importadores pueden significar la quiebra de varias empresas con dificultades financieras. Pero los exportadores de piedra que dependen en gran medida del mercado estadounidense también se enfrentarán a graves dificultades financieras debido a la disminución de los pedidos o a la suspensión de los pedidos de compra, y a la reducción del flujo de caja de sus empresas. La industria de la piedra, que ya sufre un grave exceso de oferta y atraviesa un doloroso periodo de reducción de plantilla, se ha visto sometida a una presión aún mayor.
4. Los aranceles no sólo afectan a la industria de la piedra natural, sino también al cuarzo y al porcelánico, en igual medida. Por lo tanto, no hay ventajas ni desventajas relativas para ningún material de construcción en particular.
5. Cada década, más o menos, la industria de la piedra aprende la misma lección: no se debe depender demasiado de un sólo mercado o de un sólo producto.
6. Probablemente estemos entrando en una nueva era en el comercio mundial, también relevante para la industria de la piedra natural, en la que el entorno empresarial es más proteccionista, menos globalizado y se inclina quizás hacia un comercio más regional. El proteccionismo se presenta en diferentes formas, no sólo en aranceles. Por ejemplo, la UE pronto aplicará un impuesto sobre el carbono a las importaciones procedentes de países no pertenecientes a la UE. Otros países tienen sus propias formas de mantener fuera las importaciones y defender su industria local.
7. Volvemos a la misma conclusión de siempre: la urgente necesidad de desarrollar nuevas aplicaciones, lo que también implicará buscar nuevos tipos de clientes, no sólo nuevos mercados, y la necesidad de diversificar al máximo. Es necesario defender el uso de la piedra natural de una forma más moderna, con argumentos que conecten con la sensibilidad de los consumidores actuales. Cada consumidor tiene una sensibilidad diferente, por lo que no vale un modelo único para todos, al estilo de McDonald's.